AMSTETTEN APARECE EN EL MAPA

Natasha Kampush, antes de su secuestro,
que se produjo el 2 de marzo de 1998

Hemos seleccionado esta noticia publicada por ABC porque supone una de los primeros ecos que la prensa española hace del caso Fritzl. Se trata de una pequeño artículo, si establecemos una comparación con el espacio que el caso ocupará posteriormente; suponemos que la información de la que disponía ABC era repentina y no excesivamente abundante (se deja entrever que la reportera encargada está realizando un trabajo especial). Además, como podemos observar en la parte derecha de la página, se establece la forzosa conexión con el caso de Natasha Kampush, acaecido en Viena, a menos de ciento cincuenta kilómetros de Amstetten. Se añade un pequeño recorte rememorando los aspectos fundamentales de esta historia que concluyo casi dos años antes en una ciudad en las cercanías de la capital austríaca. Las comparaciones del caso Fritzl con otros casos, tanto anteriores como posteriores, constituirán un lugar común y recurrido dato complementario en lo que se refiere a la distribución mediática de la noticia.

Homólogos de Fritzl: Arcebio Álvarez, el Monstruo

de Mariquita (Fuente: Google Imágenes)

Otro de los grandes diarios a nivel nacional, El País, centra la atención en un titular en el que Fritzl "admite haber incinerado a uno de los siete hijos que tuvo con su hija", declaración que encrudece aún más el perfil del acusado y dota de mayor sentido a su recién adquirido sobrenombre, el "Monstruo de Amstetten. Otros datos de interés son la presencia en el zulo de un televisor, que constituía la ventana al mundo exterior para los cautivos, así como la imagen apacible e incluso "admirable" que tenía Josef Fritzl para sus vecinos.

El Monstruo de Mendoza, Armando Lucero

(Fuente: Google Imágenes)

El Mundo también hizo eco de la noticia en su edición del 28 de abril, con información proporcionada por la agencia EFE; la información que aporta este diario coincide en muchos aspectos con la que fue publicada por ABC, incluyendo la mención con Kampusch. Ofrece además un video y  una galería fotográfica con las primeras imágenes tomadas del sótano en el que Elisabeth Fritzl y sus hijos estuvieron confinados.